jueves, 4 de marzo de 2010

LA CONDICION HUMANA

Un perro de rescate detectó partículas de putrefacción en el ambiente. El rescatista que dijo eso no se estaba refiriendo al grado de indecencia de nuestro mundo. Claro, porque si Ud. se asombró por los saqueos en Concepción a propósito del terremoto, igual podría haber pasado en Francia hace unos años, o en Africa, cuando miembros de una tribu salían diariamente a cazar los de la otra o lo que suele ocurrir en ciertos barrios de USA. El chileno que saqueó sólo nos trajo a la memoria nuestra propia condición de seres humanos.

Lo digo porque he leído alguna columna que concluye que los saqueos y el pillaje son el producto de la acción del gobierno de la Concertación, como si fuera posible a esta altura del desarrollo de la humanidad, transformar al hombre en un ser angélico. Lo que podría endosarse al gobierno es la inacción frente a una catástrofe, y en eso concuerdo.

El problema es que en este mundo tan alejado de las ideologías, tan preocupado de ser eficiente hemos olvidado que el ser humano tiene debilidades las que hemos tratado de justificar elaborando tesis como las del instinto de conservación o de la supervivencia. Ello surge a veces, como en Concepción. Pero, a pesar de todo y aunque a algunos les duela es preciso rescatar por ej a Marx quien decía que el ser social determinaba la conciencia del individuo. Esa conciencia sí se ha formado y deformado en los últimos años en Chile al amparo de un sistema que se sustenta en la competencia y en la eventual destrucción del competidor. Si estoy equivocado que lo digan los estudiantes a quienes se les inculca la competencia desde pequeños. Así, la condición humana se refuerza y se potencia.


Antes de Marx ya Cristo nos había advertido sobre este tema cuando nos dijo "donde está tu bolsa está tu corazón".


¿Qué hacer entonces? ¿Qué debería venir ahora que nos hemos desnudado? ¿Cómo podemos cubrir aquella desolada desnudez?

Por de pronto, con fe, con esperanza, sabiendo que también hay en nuestra naturaleza otros elementos que el barro o la miseria. testimonio de ello conocemos en grandes hombres y mujeres, también en Chile con nuestro Santo Hurtado o Teresita y así, estoy seguro vamos a tirar del collar hasta zafarlo como el perro al que le canta Spinetta.

3 comentarios:

marcia dijo...

Tesis se escribe sin acento

Pancho dijo...

"Cada sociedad tiene los criminales que se merecen.." o que necesitan, diría yo. El saqueo y el pillaje llaman la atención porque se hicieron en forma abierta, "live". Fue el espejo que necesitábamos: encontramos al culpable y queremos obtener la absolución. Con eso podemos lanzar la primera piedra. Yo me pregunto cual es la diferencia entre esa actititud y la del comerciante que ve a un turista ("gringo", "tontito") y lo agarra como botín y lo engaña (lo ví en Angelmó), o del banquero que te ofrece un crédito con mayores intereses que otro banco, o del empresario que compra Bancos o acciones por un dato dado ilegalmente? Cuando en la sociedad predomina la avaricia, la codicia, la soberbia, la envidia, y vemos que la sociedad (Estado) entrega sus responsabilidades al mercado (educación, salud, vivienda, agua?, luz?, oxígeno?) y cuando la moral (distinción de lo bueno y lo malo) se trastoca, entonces podemos decir como Hamlet "algo huele mal en Dinamarca"(Chile). Y querido Jano tú lo dices bien, los valores en nuestra sociedad se han deformado. Por eso pienso que debemos fomentar la honradez, la probidad, la solidaridad, la honestidad y denunciar lo otro, la competencia brutal. Que no gane Leviatán.

gastón dijo...

De acuerdo, pero no minimices el instinto de supervivencia, es y ha sido importante en el desarrollo del hombre.
Es lamentable que los saqueos nos hayan desnudado, pero sin validarlos encuentro menos malo el saqueo por comida que el que se llevó colchones y refrigeradores...¡Valor!
Para Marcia: te envío algunos signos para que los coloques donde hagan falta: ... ,,, ;;; ::: --- ¨¨¨ ´´´ ``` ^^^ ??? ¿¿¿ ¡¡¡ !!!, etc.