miércoles, 16 de septiembre de 2009

DAWSON ISLA 10

Miguel Littin nos sorprendió hace unos años, con "El Chacal de Nahueltoro". La película sobre la pena de muerte de mucha fuerza y calidad cinematográfica. Eran sus comienzos y el propio Littin desplegaba arte y calidad. Pareciera que su paso por Europa lo alejó de la Aldea, y sus retratos posteriores, "Sandino" entre otros tenían ese sello que los críticos denominan concesiones cinematográficas.
"Dawson Isla 10" retoma algo de aquello y el resultado no es feliz en los términos a que nos referimos, en especial en el lenguaje de cine que esperábamos de un avezado realizador. Al cabo la película que recrea el cautiverio de ex jerarcas del Gobierno de la Unidad Popular se pierde entre una cámara subjetiva, a ratos temblorosa en algunas secuencias, y una edición sino un guión que pareciera querer confundir al espectador. El film no es claro para retratar a personas contemporáneas. conocidas, la mayoría aún vivos como si quisiera que ellos pasen inadvertidos. Al cabo la frase recurrente que escuchamos es "qué hicimos mal". Y en eso por cierto que el libro y la película esquivan la más mínima autocrítica respecto a sucesos que el país domina en sus génesis y en su desenlace. Estamos de acuerdo, Littin no presenta héroes, y a ratos no quiere presentar víctimas, pero esto último es más evidente. Quizás el demente que ve todo al revés rescate la intención del director de decirnos que el país en los años 70 a 73 estaba enfermo.Lo demás es un conjunto de secuencias, a ratos sin hilación en un clima gris, pero que no logra oscurecer la mente del espectador para conmoverlo. Los rasgos de humor y de ternura que corren por cuenta del Sargento "malacueva" - Luis Dubo -rescatan algo del cine que esperábamos. Capítulo aparte para las secuencias "agregadas" del bombardeo de la Moneda y la tésis del asesinato de Allende; parecen gratuitas y no aportan al escaso desarrollo dramático de la obra. Pero en toda obra hay aspectos positivos y estos lo aportan los actores entre los que destacan Cristián de la Fuente, Benjamín Vicuña y Luis Dubo. Para ser sincero la fotografía no me impresionó.Un intento fallido de Littin.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

MOJANDOSE UN POQUITO

Después que Chile obtuvo el tercer lugar en el mundial del 62 clasificó para Londres 1966. El técnico era Luis Alamos y declaró a la prensa que Chile iba por el título a la capital inglesa. Los periodistas le preguntaron a Fernando Riera, a la sazón entrenando en el extranjero, que opinaba de los dichos de Alamos. Riera en su mejor francés dijo: "Il est un heureux imbècile". Es un imbécil feliz.
Hoy en día en que la mayoría del país, que ahora está muy entusiasmado con la selección de fútbol, y espera que esta noche se clasifique para el mundial, y también, como simpática y originalmente los medios señalan "que se rompa la historia", o sea Chile le gane a Brasil en su propia casa ,recordé la frase el maestro Riera. No se cuáles son los argumentos futbolísticos para pensar en aquello. Al fin de cuentas sólo parece una de las tantas aspiraciones de un país que a ratos peca exactamente de imbecilidad.

Chile está a un paso de clasificar con sus 27 puntos, y es verdad que Marcelo Bielsa ha realizado una gran labor con un grupo de jugadores que juega en el extranjero con distinta suerte - algunos son titulares, y otros juegan a veces -. A ellos les agrega un par de "chilenos", pero pero sobretodo les ha enseñado que para ganar hay que arriesgar. Pareciera que la premisa de Bielsa es el antiguo: "quien no se arriesga no pasa el río". Chile está hoy al borde de la ribera. Tiene un pie en el agua y otro en la tierra. Pero ello no da para pensar que vamos a ir a Brasil y le vamos a ganar a los pentacampeones. Chile, a pesar de todo no tiene el nivel para lograr el triunfo esta noche, incluso por la extremada juventud de sus seleccionados. Ello les da el empuje y la fuerza, pero ello no basta.

Comprendo que más se vende diciendo que somos más que Brasil, pero sabemos que no es efectivo. Es más en el fútbol actual es muy probable que los cariocas sean campeones del mundo. Si nosotros ganamos esta noche seríamos candidatos a campeón. ¿Será verdad tanta belleza?¿O somos todos unos imbéciles felices?

lunes, 7 de septiembre de 2009

MUCHAS PARRILLADAS Y POCO FUTBOL

Chile no es un país futbolizado, ni mucho menos. Al partido entre Audax Italiano y Unión Española fueron 1400 personas el domingo 6. La noche anterior una parrillada gigante recorrió Chile de Arica a Punta Arenas y 42000 chilenos presenciaron Chile vs Venezuela. Decepción, frustración, desencanto porque la selección nacional no pudo ganar y postergó la anhelada clasificación a Sudáfrica.

El aficionado chileno en verdad asiste poco al fútbol y sabe menos de este deporte que lo que podríamos imaginar. Es que el fútbol profesional en nuestro país no tiene gran convocatoria. Proporcionalmente van más espectadores a un partido de viejos tercios que a uno de primera B y aún a uno de primera A. Los chilenos sabemos poco de fútbol y no podríamos compararnos con otros países en que cada aficionado puede dar una cátedra sobre el 4, 4, 4, o el 4, 3,3,3. La mayoría prefiere una parrillada el día de partido. ¿Será por eso que Chile de local rinde menos?. Es probable que las "vibras etílicas" y los eruptos a longaniza disminuyan la fuerza y la claridad de los once jugadores. Y ello no fue excepción el sábado, Chile careció de ideas de fútbol y de individualidades. En síntesis muchas parrilladas y poco fútbol.