lunes, 31 de marzo de 2008

REBELION DE TRABAJADORES

Al presenciar los últimos partidos de la Copa Libertadores, y ver como una turba de adictos insultaba a Alexis Sánchez y luego injuriaba a Juan Román Riquelme. Al ver como ensucian los estadios y la cancha me pregunto si los futbolistas están conformes con esa falta de respeto por su trabajo. En otras palabras, creo que a nadie le gustaría y mientras se desempeña en su labor diaria tener a un grupo de "personas" insultándolos o simplemente ensuciando el lugar de trabajo. El sábado pasado en Puerto Montt el "respetable" lanzó elementos contundentes al campo de juego - botellas plásticas - y me pregunté si era posible esa reacción en un lugar de trabajo, y si era posible faltar el respeto a quienes laboran en un juego. Al cabo el fútbol es eso, aún cuando reconozca antecedentes en un juego de guerra.
Por las reflexiones anteriores me pregunto que pasaría si un buen día, el árbitro que es otro trabajador, los cuerpos técnicos y los futbolistas - incluso los periodistas - bajaran la cortina en un encuentro, y por las parlantes internos del Estadio se dijera que se suspende el partido por la falta de respeto que se comete por el público hacia los trabajadores. Algunos dirán que el remedio puede ser peor que la enfermedad. Pero parece que a esta altura de la evolución de la humanidad es preferible corree riesgos, rompiendo el marco.
En todo caso los primeros llamados a iniciar esta "revolución" son los protagonistas. Por lo mismo es que me gustaría escuchar alguna vez a algún jugador al ser entrevistado, que se siente mal, que no le gusta oir tanta grosería y que a veces, como en todo trabajo, le dan deseo de renunciar. En una de esas Borghi, quizás en su inconsciente consideró aquello para renunciar a Colo Colo.