Hoy escribo sólo por escribir. Al cabo a muy pocas personas les interesa leer y a otras pocas tampoco les interesa escuchar. Tan es así que ahora ha surgido Twitter, una forma aún más abreviada de comunicarse. Nos convencieron que no tenemos tiempo para nada, y en eso cabe la imposibilidad de leer aún un blog.
Entonces quizás podamos hablar, forma exclusiva de comunicación de los hombres, y mientras escribo escucho a Isabel Allende decir que los esclavos eran desechables. Me pregunto ¿ y los hombres de este siglo? ¿no son desechables?
La incomunicación entre humanos nos lleva a ser al menos prescindibles, porque no tenemos interlocutor, y si ese no existe tampoco existimos nosotros.
La sociedad pareciera que ya no nos requiere, salvo para consumir. Por lo mismo es que me pregunto ¿y de qué hablamos ahora?
